Cuentos pintados y morales
Los editores de la Casa Appleton de Nueva York acogieron con entusiasmo la propuesta de Pombo (por ese entonces el poeta residía en esa ciudad) de traducir y adaptar para el público hispanoamericano a los grandes fabulistas anglosajones y a otros autores que hubiesen trabajado alrededor de temas que se prestaran a su causa pedagógica.
Los editores de la Casa Appleton de Nueva York acogieron con entusiasmo la propuesta de Pombo (por ese entonces el poeta residía en esa ciudad) de traducir y adaptar para el público hispanoamericano a los grandes fabulistas anglosajones y a otros autores que hubiesen trabajado alrededor de temas que se prestaran a su causa pedagógica. Fruto de aquel esfuerzo son Cuentos pintados, Cuentos morales y Fábulas y verdades, que la aludida casa editorial dio a conocer en los años de 1866 y 1867. No por tratarse de adaptaciones y traducciones carecen de actitud creadora y propuesta estética; el autor sabía que las cadencias musicales les permitían a los niños allanar las dificultades para memorizar, convirtiéndolos además en una experiencia juguetona. Los personajes creados por Pombo, aunque no tienen superpoderes, ni luchan contra engendros intergalácticos, están más cerca de las inquietudes infantiles, señalan caminos por los que los niños pueden viajar a un mundo más amable, en el que la generosidad y la alegría son los valores que lo harán posible.